El Museo Pío-Clementino, el complejo más grande de los Museos Vaticanos, debe su nombre a sus fundadores: El papa Clemente XIV que en 1771 adquirió las colecciones Mattei y Fusconi y el papa Pío VI que lo amplió dándole una entrada monumental con el Atrio de los Cuatro Portones y la Scala Simonetti.

Alberga en 12 salas las más importantes obras maestras griegas y romanas. En el Museo se incluye también el Patio Octágono, una vez llamado Patio de las estatuas, donde se hospedó la primera verdadera colección de esculturas clásicas que perteneció al Vaticano. Entre las principales esculturas se encuentran la estatua de Laocoonte y el Apolo del Belvedere.

Entre las salas principales se encuentran las estatuas con las paredes pintadas con frescos de Pinturicchio, la de los bustos que alberga los bustos de los emperadores romanos, la Sala Redonda con la imponente estatua de bronce dorado de Hércules, la sala de la cruz griega decorada con un mosaico central y dos enormes sarcófagos y la sala de los animales.

La Scala Simonetti te conecta con el Museo Gregoriano Egipcio.

Una sala del Museo Pío-Clementino en los Museos Vaticanos en Roma

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